Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos están generando gran expectativa, no solo en el país, sino también en los mercados financieros globales. Las posibles políticas de cada candidato pueden tener efectos significativos tanto en los mercados internos como en las economías extranjeras.
Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, con candidatos de visiones políticas opuestas, tendrán un impacto considerable en los mercados financieros tanto en EE. UU. como a nivel global. Los efectos de las políticas propuestas por los candidatos, especialmente en impuestos, regulaciones, comercio exterior y energía, podrían influir en varios sectores y crear volatilidad en los mercados. Aquí exploramos los efectos positivos y negativos potenciales.
Aumento en la Inversión en Energía y Tecnología Verde
Si el candidato demócrata gana, se espera un fuerte impulso hacia la energía renovable y la sostenibilidad. Esto podría beneficiar a empresas de energía verde y tecnología limpia, como la eólica, solar y los vehículos eléctricos, así como la infraestructura para su despliegue
En cambio, si el candidato republicano vence, es probable que se fortalezcan las políticas de apoyo a la industria de combustibles fósiles y de energía tradicional, generando beneficios a corto plazo para sectores de petróleo y gas.
Estímulo a través de la Reducción de Impuestos
Los republicanos están proponiendo mantener o incluso ampliar los recortes fiscales de 2017, lo que podría fortalecer la economía mediante el aumento de la rentabilidad corporativa y la disponibilidad de capital para reinversión. Este enfoque pro-empresarial puede tener efectos positivos para los mercados en el corto plazo, incentivando a los inversores a mover capital hacia acciones de empresas que puedan beneficiarse de una menor carga fiscal.
Fomento a la Inversión Nacional y la Infraestructura
Ambos partidos han mostrado interés en proyectos de infraestructura, aunque con enfoques distintos. Mientras que los demócratas podrían impulsar infraestructura verde y tecnológica, los republicanos se inclinarían hacia infraestructuras de defensa y tradicionales. Los planes de infraestructura tienden a beneficiar a sectores como construcción, acero y tecnología, creando oportunidades de inversión en fondos de infraestructura y bienes raíces.
Incremento del Déficit Fiscal y la Deuda Nacional
La expansión de los recortes fiscales o el gasto excesivo en infraestructura puede llevar a un aumento en el déficit fiscal. Esto implica una posible alza en las tasas de interés, lo cual incrementaría los costos de endeudamiento tanto para el gobierno como para las empresas y los consumidores, afectando negativamente a los mercados de renta fija y, en consecuencia, a las inversiones en bonos
Impacto de las Políticas Comerciales
En caso de que gane un candidato republicano, es posible que aumenten los aranceles en productos importados, especialmente de China y otros países que se consideran competidores estratégicos. Estas políticas podrían afectar las cadenas de suministro y elevar los precios de los bienes importados, incrementando la inflación y creando incertidumbre para empresas con operaciones globales. Las tensiones comerciales tienden a ser perjudiciales para empresas tecnológicas y manufactureras, cuyos costos podrían aumentar considerablemente.
Volatilidad en los Mercados por Cambio en Políticas Regulatorias
La diferencia en las políticas regulatorias es otro factor que genera incertidumbre. Por un lado, el partido demócrata suele proponer regulaciones más estrictas en áreas como la tecnología, la privacidad de datos y el medio ambiente, lo cual podría aumentar los costos operativos de las empresas tecnológicas y de servicios. En contraste, el partido republicano busca menos regulación en estos sectores, lo que puede ser positivo para las empresas, aunque algunos inversores pueden ver esto como un riesgo en términos de sostenibilidad a largo plazo y ética empresarial
Dado que Estados Unidos es un referente económico global, cualquier cambio en sus políticas afecta a las economías internacionales. Un cambio radical en políticas comerciales y arancelarias podría desestabilizar los mercados emergentes y economías dependientes del comercio con EE. UU., como México, Canadá y la Unión Europea. Además, una política migratoria más restrictiva podría afectar a las industrias que dependen de la mano de obra inmigrante, influyendo indirectamente en los costos de producción en sectores como la construcción y la agricultura.